AMARANTA ORTIZ // ANÍBAL ILGUISONIS // DANIEL LÓPEZ // NICOLÁS ANTONIOLI // PABLO LIHUÉ NAVAS // SILVIA MAZAR
= = = = = = = = = = = = = = = = = =
AMARANTA ORTIZ
almazén
Hay la delicadeza de la papa frita en detalle, del ángulo entre las cebollas y los vinos, que dejen pasar cómodo al cliente por favor.
Hay, en esta otra vez siete del despertador, el piso lavado, las fechas de vencimiento chequeadas y el trapo desinfectado que, en sello de garantía, traerá de vuelta a las clientas hoy.
Hay ella que se peina, se perfuma, barre las últimas mugres de la noche anterior.
Hay mate nuevo en el mostrador,
y el plumero suave que en fina tierra barrida
da lustre a las marcas
da brillo
todo color.
Hay a las siete treinta
aroma a pan en manos del repartidor.
Pan para el barrio
otra vez martes,
se acordó de las figazas
¿no señor?
Hay el trencadís de aromas
vueltos a oler un todo
entre galletas, desinfectantes,
frutas frescas,
arroz.
Hay a las ocho
en conocido otoño
la puerta que abre
y el cartel donde:
hay pan fresco, hay ofertas
de todo para el cliente hoy.
= = = = = = = = = = = = = = = = = =
ANÍBAL ILGUISONIS
Murió p el diputado
p el retrógrado el inquisidor
el que sentaba en su banca solitaria con un crucifijo en la mano
y con tono monocorde, pálido
repetía insultos en latín
contra homosexuales mujeres violadas zurdos ateos
p al que gritaban que se calle
el que callaba y se persignaba
p el cavernícola
murió
Cuando escuchaba a p hablar
lo imaginaba en la colonia
apilando pasto seco
encendiendo hogueras
y observando de pie
en el Zócalo iluminado por el fuego
el crepitar de los cuerpos encendidos
indios brujas putas locos
lo imaginaba arrojando agua bendita
rezando por la purificación de sus almas
mientras el calor desprendía astillas de los huesos
y el olor a carne humana impregnada las paredes de adobe
Pero p vivía en este siglo
y sus palabras
(gracias a dios)
se diluían entre las infinitas palabras
infinitas imágenes
infinita hipocresía
Lo conocí a p azarosamente
coincidimos durante tres meses
todos los lunes
el mismo horario.
Estaba demacrado, consumido
-pase p, decían
él pasaba a una sala
luego yo pasaba a otra
y a través de la mampostería
escuchaba el sonido de su lento desvestirse
de sus quejidos
de su lloriquear
Homenajearon a p en el parlamento
(lo dieron por la tele)
el gran diputado
el hombre y la democracia
el reconocimiento en vida al político comprometido
p en su silla de ruedas
piel y hueso a punto de partir
dos ayudantes sosteniendo sus costados
el brazo estirado
y recibe su diploma de despedida
Fueron doce lunes
la misma sala de espera
jamás hablamos aunque yo lo reconocía
hubiera preferido estar sola
no ver a nadie
no identificarme no apiadarme
sola
pero la reiteración de los lunes
la misma cara la misma silla
la reiteración, digo
neutralizaba
aquietaba
pues al llegar
-ahí está p…, me decía
aunque p empeorara
y yo no
ahí está p
con sus gritos
sus horribles alaridos
todavía
ahí
Hasta que por fin
ya no tuve que volver
Murió p
(el de la sala de espera)
y lloré
desconsolada
mi amor
= = = = = = = = = = = = = = = = = =
DANIEL LÓPEZ
Una taza de café
Siento el sublime olor
de sus partidos granos,
agredidos por el agua caliente.
Ofrenda final de
semillas que ya
no serán arbustos.
Cada sorbo es un
tributo al dolor y al sabor…
Mi corazón y mis
ideas palpitan al ritmo de
la lucha entre el calor que
se disipa y un aroma
que se transforma lentamente,
en el perfume de mis palabras,
que ya son estrofas…
= = = = = = = = = = = = = = = = = =
NICOLÁS ANTONIOLI
olga
se sale mi boca que bracea sobre un piélago de miseria
entra en esa alcantarilla desolada como un puño
mi brutalidad
digo como una palabrita de esas malas que encallan en mi lengua
que ahora le pertenece a cualquier impostor con una vocal chorreándole la comisura
abro un ojo y veo deformidades y oculto con mi dedo un trozo de parís
una cualquier parte que entra al condominio de una voz huérfana
dijeron que se acerca brutal como todo lo que se evoca
trae su piel sobre su piel otra piel de utilería
que dan ganas de mascar
quedan pocos olores por descubrir
= = = = = = = = = = = = = = = = = =
PABLO LIHUÉ NAVAS
Puedo decir que…
Cae
como
burbuja
como
eclécticas
elecciones
como si yo te pudiera
decir
quién soy
= = = = = = = = = = = = = = = = = =
SILVIA MAZAR
HERENCIA
Le da su rojo vellón
le da su cita
lo que puede extraer del barro viejo
del potrero carpido
Le da su historia
todo el final de sopa entibiecida
el desconsuelo la música que llega desde lejos
Le da las tardes a las siete de la tarde
Le da su pecho,animal de miedo
y le da todo lo que no tiene
= = = = = = = = = = = = = = = = = =
AMARANTA ORTIZ
almazén
Hay la delicadeza de la papa frita en detalle, del ángulo entre las cebollas y los vinos, que dejen pasar cómodo al cliente por favor.
Hay, en esta otra vez siete del despertador, el piso lavado, las fechas de vencimiento chequeadas y el trapo desinfectado que, en sello de garantía, traerá de vuelta a las clientas hoy.
Hay ella que se peina, se perfuma, barre las últimas mugres de la noche anterior.
Hay mate nuevo en el mostrador,
y el plumero suave que en fina tierra barrida
da lustre a las marcas
da brillo
todo color.
Hay a las siete treinta
aroma a pan en manos del repartidor.
Pan para el barrio
otra vez martes,
se acordó de las figazas
¿no señor?
Hay el trencadís de aromas
vueltos a oler un todo
entre galletas, desinfectantes,
frutas frescas,
arroz.
Hay a las ocho
en conocido otoño
la puerta que abre
y el cartel donde:
hay pan fresco, hay ofertas
de todo para el cliente hoy.
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ANÍBAL ILGUISONIS
Murió p el diputado
p el retrógrado el inquisidor
el que sentaba en su banca solitaria con un crucifijo en la mano
y con tono monocorde, pálido
repetía insultos en latín
contra homosexuales mujeres violadas zurdos ateos
p al que gritaban que se calle
el que callaba y se persignaba
p el cavernícola
murió
Cuando escuchaba a p hablar
lo imaginaba en la colonia
apilando pasto seco
encendiendo hogueras
y observando de pie
en el Zócalo iluminado por el fuego
el crepitar de los cuerpos encendidos
indios brujas putas locos
lo imaginaba arrojando agua bendita
rezando por la purificación de sus almas
mientras el calor desprendía astillas de los huesos
y el olor a carne humana impregnada las paredes de adobe
Pero p vivía en este siglo
y sus palabras
(gracias a dios)
se diluían entre las infinitas palabras
infinitas imágenes
infinita hipocresía
Lo conocí a p azarosamente
coincidimos durante tres meses
todos los lunes
el mismo horario.
Estaba demacrado, consumido
-pase p, decían
él pasaba a una sala
luego yo pasaba a otra
y a través de la mampostería
escuchaba el sonido de su lento desvestirse
de sus quejidos
de su lloriquear
Homenajearon a p en el parlamento
(lo dieron por la tele)
el gran diputado
el hombre y la democracia
el reconocimiento en vida al político comprometido
p en su silla de ruedas
piel y hueso a punto de partir
dos ayudantes sosteniendo sus costados
el brazo estirado
y recibe su diploma de despedida
Fueron doce lunes
la misma sala de espera
jamás hablamos aunque yo lo reconocía
hubiera preferido estar sola
no ver a nadie
no identificarme no apiadarme
sola
pero la reiteración de los lunes
la misma cara la misma silla
la reiteración, digo
neutralizaba
aquietaba
pues al llegar
-ahí está p…, me decía
aunque p empeorara
y yo no
ahí está p
con sus gritos
sus horribles alaridos
todavía
ahí
Hasta que por fin
ya no tuve que volver
Murió p
(el de la sala de espera)
y lloré
desconsolada
mi amor
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DANIEL LÓPEZ
Una taza de café
Siento el sublime olor
de sus partidos granos,
agredidos por el agua caliente.
Ofrenda final de
semillas que ya
no serán arbustos.
Cada sorbo es un
tributo al dolor y al sabor…
Mi corazón y mis
ideas palpitan al ritmo de
la lucha entre el calor que
se disipa y un aroma
que se transforma lentamente,
en el perfume de mis palabras,
que ya son estrofas…
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NICOLÁS ANTONIOLI
olga
se sale mi boca que bracea sobre un piélago de miseria
entra en esa alcantarilla desolada como un puño
mi brutalidad
digo como una palabrita de esas malas que encallan en mi lengua
que ahora le pertenece a cualquier impostor con una vocal chorreándole la comisura
abro un ojo y veo deformidades y oculto con mi dedo un trozo de parís
una cualquier parte que entra al condominio de una voz huérfana
dijeron que se acerca brutal como todo lo que se evoca
trae su piel sobre su piel otra piel de utilería
que dan ganas de mascar
quedan pocos olores por descubrir
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PABLO LIHUÉ NAVAS
Puedo decir que…
Cae
como
burbuja
como
eclécticas
elecciones
como si yo te pudiera
decir
quién soy
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SILVIA MAZAR
HERENCIA
Le da su rojo vellón
le da su cita
lo que puede extraer del barro viejo
del potrero carpido
Le da su historia
todo el final de sopa entibiecida
el desconsuelo la música que llega desde lejos
Le da las tardes a las siete de la tarde
Le da su pecho,animal de miedo
y le da todo lo que no tiene
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